Razones y como abrazar una vida simple y en presencia
2019 llegó y trajo en mis ojos un brillo [casi] astuto al desafío, de quien quiere hacerlo diferente, mejor, de abrazar una vida más simple, con más presencia, una vida ligera y en desapego.
No voy a gastar energía en el intento de resistir a este llamado. Hay mucho que se cocina adentro de mí, una concentración en lo esencial de la vida. Creo que, así como tenemos la capacidad de crear nuestras prisiones, refleja la capacidad de valorizar el lado simple y auténtico de la vida, tenemos simultáneamente acceso a la llave que nos libera de esa cárcel.
Hace algún tiempo agarré esa llave y comencé a practicar. ¿Es fácil? Bueno… como cualquier cambio, en el inicio me causó algún malestar, porque, el frenesí el cual escogemos sumergirnos puede [tantas veces] esconder una fuga del lugar donde podíamos/debíamos estar. Después de desacelerar e iniciar el proceso, a la medida del camino de esta pista, he sido invadida por una sensación de crecer a lo ligero.
Por ejemplo, viajábamos en las vacaciones escolares de nuestra hija mayor y los fines de semana prolongados. Vivíamos en la mágica isla de Madeira, el padre trabajaba parte del tiempo fuera de Portugal. Este estilo de vida nos obligó a hacer las maletas para los cuatro – unas llenándolas en el sótano, y otras llevando a la cabina – para desvelar por nuevos destinos y más maletas con otra ropa para los días restantes que estuviéramos en Cascais. El tiempo [demasiado] que invertía buscando los posibles lugares para conocer, buscando vuelos, con preferencia en una compañía área que nos permitiera acumular millas en el programa de pasajero frecuente, buscando estadía, seguros de viaje, y la mejor forma de llegar a nuestro destino, que no implicara grandes trastornos en nuestra rutina, sobretodo por nuestra hija mayor [por las numerosas razones relacionadas con su diagnóstico de atraso global del desenvolvimiento], pensaba en la ropa y calzado para las idas y regreso… aunque parte de ese tiempo fue también de crecimiento, contabilizando todo, sobrepasaba los límites de lo aceptable en nuestra escala de tolerancia. Además la exigencia de toda mi parte profesional, que requiere de mucha presencia, entre sesiones de coaching, consultas, formaciones, presencia en la RTP M (Television), textos para el blog y para las revistas, conferencias, la pequeña hija en unschooling, la mayor el colegio, baile y sesiones de terapia, el padre de la casa, cuando estaba en Portugal, necesitando de alojarse en nuestro nido, con tranquilidad [misión (im)posible en la profesión elegida]… Necesitábamos todos de más recogimiento e ir bajando el ritmo. De vivir con presencia en cada momento. Adelantamos el viaje [marcado] al único continente que aún no habíamos pisado, dejamos los canguros para otras bodas. Nos preguntamos:
“¿Cuál es nuestra verdadera intención en cada viaje?”
Hemos mantenido la intención base, ampliar los mapas de mundo, de nosotros y de ellas. Conocer otras culturas, sobretodo aquellas que son muy distintas de las nuestras, aprender que todos somos atraídos por lo semejante y que crecemos con lo que es diferente…Y añadimos algo: abrazar una vida mas sencilla, con mas presencia. Hasta porque es también eso que nuestros hijos esperan de nosotros, presencia.
Continuamos viajando, pero ahora mucho menos veces, en el aquí y en el ahora. Otra decisión fue que, siempre que sea posible, todos me acompañen en los viajes de trabajo. Es muy enriquecedor y bonito.
También decidimos descartar muchos bienes materiales, juguetes, ropas, vender nuestra casa. Si, eso que leíste. Aún no tenemos idea para donde iremos a vivir, ni siquiera si vamos a continuar en Portugal o si volviéramos a vivir en otro país [me está provocando, confieso]. Simplemente confiamos. Confiamos en nuestra intención, escuchamos nuestro corazón, creemos que está todo correcto, que está todo bien. Ya sabes que este es de aquellos presupuestos de la Programação NeuroLinguística (PNL) que es para mí la oración.
Lo más importante de la vida no se puede comprar
El profesor de psicología positiva, de Haward, Tal Ben Sha-har nos recuerda que las mejores cosas de la vida, no son cosas. Que acumular bienes, medallas, dinero, nos invita a sumergirse en el caos, el perfeccionismo neurótico e irrealista. Que nos quita la paz, que nos desequilibra, que todo eso se refleja en la salud. También con este presupuesto, para que puedas crear ligereza en tu vida, a través de las prácticas conscientes de una forma de vivir nórdica, creé el Hygge Life Retreat que está casi a suceder.
Suavizar
Slow down y la vida comienza a fluir de otra forma. Hoy, somos capaces de estar los cuatro, horas a hilo, sintiendo la energía de un solo lugar, y absorber la información del campo, con todos los sentidos activos, a ver mas allá de la mirada. Es tan poderoso, tan especial. Traemos ahora muchísimo más. Esta desaceleración es también una de las propuestas que te hago en PNL & Parentalidad Generativa. Hablo de eso en mi libro “Mães do Mundo” (Madres del Mundo), en los nueve pasos transformadores.
Te regalo algunos caminos para que puedas elegir con paz, abrazar una vida mas simple, con mas presencia. Una vida serena y suave.
Como abrazar una vida simple y con presencia
1. Elige cual es la tuya [o las tuyas] intenciones para tu vida
Las intenciones son linternas que nos mantienen en el camino deseado. No tienes que saber exactamente cual es el destino final, conviene si saber cual es el camino para recorrer, cual es la dirección que quieres tomar.
2. Descubre lo que realmente es importante para ti
Esta elección permite enfocarte en lo esencial y eliminar todo lo que está de más, permite colocar de lado todo lo que te está generando peso y ocupando espacio en tu vida. Permítete abrazar lo que realmente te trae paz.
3. Abre mano de lo que no sirve
Te hablo de bienes materiales, de excesos de comida [u otras adicciones] y de personas.
¿Ya pensaste que, probablemente no necesitas de más espacio, necesitas menos cosas?
¿Y se en vez de tener más cosas hechas, tuvieras menos cosas para hacer?
Reúnete con todo aquello que te trae luz, lo que te hace sentir ligero, con energía, con voluntad de despertar todas las mañanas y ser la diferencia que hace la diferencia en este nuestro mundo. Rodéate de los que te hacen sentir bien. Y recuerda que todo contiene en si su opuesto.
4. Deja ir
Incluye acoger, integrar y transcender sentimientos de culpa, hábitos compulsivos y negativos, emociones pesadas. Permite dejar ir el caos y crea espacio para la luz.
5. Contribuye para un mundo más sostenible
Significa que puedes comenzar a ingerir productos orgánicos, comer menos cantidad de carne [si aun comes], menos azúcar [determinación para este año] y alimentos procesados. Puedes comprar productos de origen en el comercio justo, en el comercio local, y cambiar el carro por la bicicleta, hacer caminatas, y apostar en aquellas que te colocan en contacto con la naturaleza, utilizar transportes públicos [cuando existen y funcionan], ayudar en la repoblación forestal y eliminar el consumo de productos que impliquen la devastación del Amazonia, de los bosques tropicales y de la exploración de la mano de obra esclava, infantil….
Cree, todos los gestos que asumas, por muy pequeños que te pueda parecer, implica en todo. Como nos dice Rumi, yo no soy una gota en el océano, soy todo el océano en una gota.
6. Apuesta en las relaciones
¡¿Que sucedería si cambiáramos los mensajes, WhatsApp, Messenger… por la presencia?! ¿Si en vez de enviar un mensaje, fueras tu el mensajero que toque la puerta de aquella persona querida y entregaras en las manos el mensaje? ¿Si cambiaras los emojis por abrazos reales? Menos tecnología, mas presencia humana. Te invito a experimentarlas y después, a compartirlas conmigo. ¡Quedo esperando!
“El mejor regalo que podemos ofrecerle a alguien es la calidad de nuestra presencia.”
Richard Moss
7. Practica el agradecimiento y la generosidad
Enfócate en lo que tienes y no en lo que crees [tantas veces de forma absolutamente ilusa] que deberías tener. ¡Menos es más! Y dando se recibe. Crea rituales, construye en tu día a día un puntico de gratitud. La felicidad raramente visita aquellos que se quejan mucho y viven juzgando. ¡Abraza una causa, una acción voluntaria y ve con todo! Simpatía crea simpatía. Amor genera amor.
Si en este momento de tu vida, sientes que no tienes tiempo para hacer lo que es importante para ti y para los tuyos, entonces, deja de hacer las cosas que no son importantes. Los cambios se hacen por etapas y suceden cuando asumes el compromiso. ¡Ser en vez de tener! Este si, el status quo que puedo creer que hace sentido.